El PARENTESIS

lunes, 21 de mayo de 2012


Comencemos con el que siguio luego de 3 años de relación en teoría y cerca de 5 en la práctica. Camilo, Camilito, Cami, ojitos de manzana verde, corazón de melón, etc.

Camilo me encantaba porque no habia nada como su felicidad, su corazon lleno cuando viajabamos o cuando estabamos tranquilos. No encontraria en nadie su sencillez, su extasis al contemplar los detalles, los silencios…en eso coincidiamos. 
Me relajaba, me sentia en un lugar requeteconocido sin conocerlo aun. Ese hombre disfrutaba cada momento. 
Quizas no era tan bueno pero yo lo llamaba y siempre estaba dispuesto a ir en mi encuentro, ir hasta el fin del mundo si yo se lo pedia. Ahí no habia veguenza, no habia espacio para cuestionamientos. Con el conoci lo que era que pensaran en ti todo el rato. Fui una princesa.
Creo que camilo nunca habria terminado conmigo si hubiese estado en sus manos esa decisión. Pasó de ser un cazador, a ser cazado. Todo empezó como un desafío, porque no le gustaba el compromiso, se aburría rapido. Aun estando locamente enamorada de Tomas, lo obligue a amarme y me obligue a mi misma a caer también en su amor. Si podia hacer que el cayera, podía hacerlo todo…y cayó, pero me enamoré. Era inevitable, no soy tan mala.  
Siempre me pregunto como fui a elegirlo a él…de todos. Lo conoci en una faceta que no muchos conocen, por suerte. Camilo era un niño, por dentro, por fuera, de lado…todo, era incapaz de odiar a alguien, era incapaz de pensar que alguien lo odiaba…. Pero asi como era de niño era de pendejo, no asumia responsabilidades, le costaba ser serio, hacia tonteras, le costaba respetar….blabalbalbabal. Me llamó la atención que fuera tan sensible y no es que llorara, pero todo le daba una emoción muy transparente…era como un alma pura. Sabia que él no podia hacerme daño…y ahí me quedé, acurrucada en esa seguridad. Era cariñoso, preocupado…pero era tan niño que pasé a ser super maternal. De a poco dejo de gustarme….. Creo que cuando terminamos lloré mas que él, porque me dolia tanto hacerle eso, lo perseguí, lo enamoré hasta las patas y ahora me iba a la siga de otro. Se lo tomó super bien, pensé. Se calló, habló poco, estuvo triste, pero sus amigos me decian que estaba pésimo. Mientras pololiamos me meti tanto en su casa que me encantaron todos, su mamá era una mujer increíble y me recibió con tanto amor, Lukitas un poco reacio a que le quitara a su hermano me escupía y arrancaba de mí, hasta que terminó como mi segundo pololo plantado en mis brazos, me puso florcita luna, le decia al Camilo que él se quería quedar conmigo y que el tenía que buscar a otra florcita, su abuela una mujer seria que le costaba sonreir, hacia todo lo posible por hacerme en el gusto. Los terminé hechando mas de menos a ellos que al Cami. Lo extraño igual, extraño su cara de gozo al comer, cuando viajabamos y pasabamos hambre y frio, eramos dos aventureros de corazón, ese mundo era nuestro.
Al Camilo nunca le hablé de Tomás, solo le dije que era mi ex, sin embargo sentía unos celos tremendos de él. Era como si mi amor por Tomás expeliera de mi piel y se me notara en los ojos cuando mencionaba su nombre…era inevitable, todo de mi lo amaba y aunque él nunca supo lo que Tomás significaba para mi…pareció que no fue necesario, mi cuerpo lo aclaraba de inmediato.

Después del Cami pensé que no habría nadie mas, pero me acostumbre tanto al contacto, a la compañía que mientras esperaba reconquistar a Tomás me propuse una aventura fugaz…apareció Roberto.

Roberto…igual intensidad. Aunque con Roberto nunca me acosté y no hicimos mas que tratar, creo que me habría enamorado de él…y él como es me habría roto el corazón. Asique menos mal que nada pasó. 
Roberto era intenso, todo lo que yo hacia lo trastornaba. Me encantaba que me econtrara rica, y no solo eso sino que me lo dijera, que fuera sonrientemente osado, que me llevara a todos lados, que me enseñara cosas, que no le gustara que anduviésemos siempre en camioneta. Al Roberto le gustaba como era yo, que hablara siempre de lo que no me gustaba, que hablara leseras y también me gustaban sus leseras, como si no le importara sentirse tonto por decirme tonteras porque yo lo entendía, como si buscara cualquier excusa para comunicarse y empezar un dialogo aunque fuera poco locuaz, absurdo o ilogico, todo eso por ridiculo que suene me hacia sentir importante. Me llamaba a veces de telefonos públicos, me llamaba todos los días y a veces mas de una vez. Le gustaba olerme, las manos, los brazos, el cuello, la cara, la boca, todo, el olor le provocaba desde ternura hasta calor. Cuando pasaban muchos dias sin vernos me abrazaba y me olia con fuerza y decia – extrañaba tu olor.
Roberto me hacia sentir especial, única, como si fuera yo, él y nadie mas. La primera ves que nos juntamos después de que le pedí una aventura me escribió un poema. En clases se ponia nervioso cuando llegaba yo y me encantaba porque por mas seguridad y egocentrismo que se concentrara en todo su ser habían implícitos unos nervios cuando me veia, lo ponía nervioso y no le daba nada reconocérmelo, cosa que igual me volvia loca porque se le notaba en la cara. 
Todo ese tiempo como una amante secreta me escabullia en el edificio del plan B cerca de las 11 de la noche para verlo y quedarnos un rato mirandonos. Llegaba cansado de trabajar y solo cabía el silencio y a veces unos bailes en la sala de ensayo con la luz de afuera. Le gustaba cocinar, llegaba yo y tenia todo ordenadito y me lo encontraba cocinando el almuerzo. Que rico era eso. Me esperaba.
Debo reconocer que la atracción era inevitable. Pero todo lo intenso dura poco, y su obsesión por mi asi fue, porque nunca le di la pasá. Me habria encantado seguir con él, pero habria sido imposible, imposible era proyectarse con el, imposible era que me ofreciera una relación estable.

De ambos me enamoré de sus familias. Hoy me doy cuenta que Camilo fue un capricho y de que Roberto me salvé, porque me habría enamorado hasta las patas…

Menos mal que con Roberto no tenemos fotos ni nada de eso. Es como si nunca hubiera existido. Fue probablemente la relación mas intensa y de la que jamaz hubiera podido salir, para mi suerte terminó a tiempo. No puedo decir que fui feliz, porque no estaba tranquila con la idea de que por ningun motivo me podia enamorar de ese tipo y uno no puede vivir teniendo cuidado menos en el amor. Por otro lado estaba enamorada de otro hombre. Cuando trate de tener sexo con Roberto y no pude me preguntó – ¿sientes que estas engañando a alguien? - Me sacó la media foto y justo ahí después de mis interminables psicoanalisis de por qué no podia tirar con él, él me lo dijo. No fui feliz, pero me senti muy bien, me senti importante, me senti parte de su mundo, un mundo que me encantaba; su familia, la danza, su carácter, su carácter que me daba libertad, me sentí tan mujer, sentí que podia hacerlo todo. Roberto me llevaba a lo mas bello de la ciudad, ibamos descalzos a comprar el pan, me decia – sácate los zapatos, vamos a ir a comprar – bailabamos en la calle, en el bandejon central de chacabuco de madrugada, danzabamos caminando, nos tocabamos en la sala de ensayo, ibamos al super y comprabamos vino. Que rico fue...fue desquitante, se me olvidaba el mundo.
Eramos nosotros, esa botella de vino y la imaginación de nuestros cuerpos que a veces se les antojaba danzar, otras tocarse, otras enojarse.
Pucha Roberto…igual echo de menos todo eso, pero en el minuto en que lo hubiera tomado en serio todo hubiera perdido gracia. Lo incorrecto a veces es lo mas dulce.

Después de Tomas intente muchas veces tener una relación..solo dos valieron la pena, pero solo una me extraña lo suficiente para darle ese lugar, la de él…Roberto, porque si bien nunca hicimos el amor y nos costó muchas peleas…realmente creo que no fue necesario, creo que no hubiera sido suficiente tampoco para mantenernos juntos y finalmente creo que no hubiera cambiado en nada las cosas…me gusta que todo quede asi..que quede intocable, que permanezca y siga….siendo…lo que fue. Vivir lo que vivimos sin sexo fue una travesia interesante, nunca esperé llegar tan lejos asi menos con una persona como él, cuando precisamente lo que queria de él era una aventura. Trascendió cualquier contacto sexual, yo lo guardo asi por lo menos, no pololiamos, nunca lo presenté en mi familia, pero me llenó todo ese tiempo, me significo una necesidad, fue importante, existió y no se como llegó a convertirse en eso con tan poco, quizas ambos estabamos un poco desesperados por compañía y nos obligamos a simpatizar. Pudimos estar, pudimos ser lo dos sin hacer el amor…eso no cualquiera puede decirlo…. y por corto tiempo lo aceptó de frenton con palabras y todo. Aun asi…Roberto era un hombre del que mi corazon arrancaba a mil por hora…y que nunca logre querer, porque nunca traté tampoco. Era lo que era y cada ves que lo cuestionabamos habian peleas. Siento que fue una relación injusta, pero trate de que no doliera tanto. Busque un hombre poco serio,  me acomodaba para lo que yo queria, y apareció él…al principio fue todo bien, lo conversamos y fue consensuado, pero de a poco vi como el comenzó a involucrarme en su vida… a presentarme amigos…hermanas, papas…y me dejé, porque me cayó bien, quizas si traté de quererlo, pero nada me pasó adentro.
Concluyo que mi relación con Roberto era solo por ego…por eso me acomodaba, me hacia sentir bien..y nunca logré quererlo…suena malo. El también esperaba a su chica, como yo esperaba que volviera el mio, conversabamos de eso y hablando de nuestros amores se nos iba el rato…hasta que empezó a molestarle cada ves mas el nombre de Tomás. Un dia Tomás me llamo mientras despertaba en sus brazos, después de eso me pidió por favor que tratara de no hacerlo mas. Ahí supe que las cosas se estaban poniendo raras y lo deje ir.


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